El reality show más real y un licuado "nutripiel"

"Tenemos justo los hijos (y papás) que necesitamos para crecer como seres humanos"

El mejor espectador

Si en la vida hubiera una escuela oficial para padres, sería la primera en inscribirme, pero también, la primera en reclamar que lo que enseñan, no me funciona...y eso que llevo apenas 30 meses en esto que parece el más grande "reality show" de mi vida.

Tanto que me gustaba hacer guiones y mantener el mayor control en el área de producción de cualquier programa o evento... ¡Nah! Aquí a lo mucho llevo una agenda y, si bien me va, cumplo tres de la larga lista de pendientes -o deseos- que me gustaría hacer en el día. Eso sin contar con que tengo al mejor espectador, que no pierde detalle de lo que hago, digo, siento y omito: mi amada hija. 

Pero como soy necia y no mensa, de todos modos me aplico y me apunto en lo que pueda y crea que me ayudará a llevar esta parte de la mejor manera, como el curso "la esencia de ser padres", desde la perspectiva kabbalista. Un buen consejo, aunque sean como yo, que no les gusta que les digan qué y cómo hacer las cosas, siempre se agradece. 

 

Así que no sé si quede en experiencia o desahogo, pero les comparto un poco de lo aprehendido en la primera clase: 

-Dicen que la vida (Dios, la Luz o en quien crean) nos manda justo a los hijos que necesitamos para crecer, para apretarnos esos botones que a ningún novio, jefe, amigo o persona le permitimos cuando sentimos que nos atacan o rebasan ciertos límites en nuestra vida. No, a nadie... pero sucede. Una dobla las manitas y se muerde la lengua para no mandarlos a donde solías mandar a quien no aguantabas. Y entonces imagino al gran constructor de la vida, divertirse conmigo mientras "aprendo" o particularmente, cuando hago mis planes. 

-El camino más incómodo. ¿Les gusta el orden de sus vidas, respetar una rutina establecida de "6am, gimnasio; 8am, desayuno, 2pm, comida; Viernes de cine y diversión, sábado de spa, etc."? Pues si son mamás como yo, espero que tengan gratos recuerdos de ello...y si no han elegido serlo, dis-fru-ten. En serio que no he encontrado camino más incómodo y difícil en la vida que el de la maternidad. Ojo, difícil no significa desdichado; ni incómodo, desgraciado. Sino simplemente eso: difícil e incómodo, por la responsabilidad que implica criar, educar y formar un ser con cuerpo y alma que absorbe como esponja todo, hasta eso que te cuidas de no decir.

La sabia Maitena

Perdón, pero si conocen un poco de astrología, sabrán que los Aries tenemos muchos defectos, entre ellos el egocentrismo, el querer controlar todo, una gran necesidad de libertad y, la peor de todas: tomarse las cosas demasiado en serio. Pues bien, todos estos se han retorcido al toparse de frente con mi hija y, con ellos, yo (y mi marido cuando no haya qué hacer con mi pinche genio ¡jojo!)

-La única manera, sí. Es la única manera que he encontrado -hasta ahora- de crecer espiritualmente. No sé si exista otra en la que alguien anteponga SIEMPRE las necesidades y bienestar de otro, a las propias. Quizá el amor hacia nuestra madre o padres se le parezca un poco, pero tiene sus grandes diferencias, empezando por su naturaleza; pues al ser padres eres más como la Luz -que da- y, al ser hijo, eres como una vasija -que recibe-. Ir en contra de esto, generalmente no tiene buenos resultados. También lo sé por experiencia. 

Los hijos se nutren de lo que somos

Las niñas hasta los 12 años y los niños hasta los 13, se nutren de la energía de sus padres. nos guste o no, conscientes o no, así es. En biodescodificación, en kabbalah, en psicología, en donde le busquen, hasta cerca de esas edades, los padres somos responsables totalmente de ellos. Y no es que después uno se desentienda, lo que pasa es que ya ellos empiezan a hacer uso de su libre albedrío, con base en lo que les dimos antes. ¿Ven por qué me estreso? ¡jaja! Creo que la adolescencia requiere de otras herramientas, ya me contarán y les contaré. 

En conclusión y superada la crisis del ego en jaque de este fin de semana, en que una vez más, ilusamente, buscaba la esperanza de que "la bebé creciera para poder volver a su vida de antes": ¡Qué chingona es la oportunidad que tenemos de poder compartir a tal nivel! Si no fuera por estos momentos y clases como estas, no podría conocer la fuerza de mi voluntad y mi consciencia ante mis demonios disfrazados de ego y, por supuesto, tampoco acercarme a lo que en verdad el alma busca en medio de tanto desmadre, drama, comedia, sorpresa, felicidad y todo lo inexplicable que tiene este show de ser mamá, en don mi mayor reto no es enseñarle a mi hija a ser la mejor, sino desarrollar -junto con nosotros sus papás- la capacidad de sobreponerse a cada desafío y limitación que encuentre en su vida. 

¿Cuál es el suyo?

La receta de la semana

Hablando de mamás y tiempo, algo que siempre agradezco son los licuado, porque se preparan rápido y nutren muy bien. Además, si me dicen que hace un efecto cosmético, qué mejor, pues ya prefiero tragarme un buen alimento, que untarme una crema cara. Así llegué a esta receta de Nathaly Marcus, una nutrióloga funcional que sigo desde hace tiempo. La publiqué hace unos meses en el fanpage de mi tienda online Linaza y chía.

Es fresco, delicioso y ayuda a nutrir la piel. Puede tomarse a cualquier hora del día o como colación. Espero les guste. 

Batido Nutripiel

Ingredientes: 

1 taza de leche vegetal (yo usé de almendras)

1 cucharada de chia

Medio kiwi 

1 datil (la receta no lo indica, pero si les gusta lo dulce pueden incluirlo mejor que azúcar)

Cómo hacer: 

Todo a la licuadora y listo

Nos leemos pronto :)