El tiempo perfecto sí existe
Raquel a veces me pregunta por qué no tuvo hermanos mayores. Dice que le hubiera gustado y, la entiendo, porque aunque yo no tuve hermanos más grandes, sí tuve y tengo primas con quienes aprendí, compartí y disfruté muchas cosas. Creo que el hubiera es el tiempo imperfecto que nos dejaron para hacerlo perfecto, soñando despiertos. Así, hoy habría fiesta en el 272, con el gran ambiente que sólo Moni o P -como le decíamos - sabía hacer y las carcajadas de Tita, bajando las escaleras con pastel en mano para celebrarte. No dudo que mi tía Lola hiciera una gelatina de piña con coco y que Guni estuviera asando una carne (aunque yo le preguntaría a mi tía si no hizo pipián, de ese que tengo añossss sin probar) Y allí estaríamos todos, como en ese pasado pluscuamperfecto, contando historias, anécdotas y chistes entre los primos, los tíos, las tías y toda la chiquillada gritando y corriendo por la calle. Seríamos tantos que, no sé cuántas mesas ocuparíamos abajo de la banqueta, cantand