Y entonces… ¿qué dices?
Y un día lo pesqué rondándome de nuevo...
A diferencia de otras veces que ni siquiera lo veía pasar, tan seductor y mareador como siempre, en esta ocasión se topó con pared.
-Pues ¿quién se cree? –Pensé
Supongo que se compadeció de mí y fue condescendiente, porque entonces me dijo:
-Déjame llegar hasta donde nunca lo permites. Prometo no divulgar nada de lo que vea, nada de lo que escuche; nada de lo que encuentre-
Yo lo miré renuente, incrédula. ¿Por qué ahora sería diferente? –Pregunté y, como si no me escuchara, continuó:
-Intenta abrir un poco; sólo un poco y será suficiente… lo necesario para saber que aún hay algo allí. ¿Qué dices?... ¿O prefieres que entre por esta cuarteadura que encontré?... Mira que no está tan cerrada y sana como crees, eh? ¡Ah! Y por cierto, tampoco es la única. ¡Pobre de ti!-
-¡Te burlas de mí!- Grité.
-No, no… no me burlo. En verdad admiro, valoro y respeto cada una de estas marcas que te conforman y ya son parte de ti. ¡Es más! Observa que voy con cuidado esta vez; lo más que puedo, porque repentinamente me desboco y… ¿qué te digo a ti, verdad? –
-Sí, qué chingados me dices a mí. ¡Por favor!
-Ya sé lo que te tengo qué decir: ¡Sonríe! Sí, eso es todo. Sonríe, confía, cree, ten fe, siente. Sólo déjame entrar una vez más. ¿Qué puede pasar que no sepas? Al final, lo sabes: podrán romperte, lastimarte, marcarte, pero no aniquilarte. Eso nunca. Pero también pueden cuidarte, quererte, amarte, llenarte de luz, de alegría y felicidad. ¿Qué dices? ¿Te arriesgas otra vez?-
Entonces dije que sí. Me arriesgo las veces que sean necesarias… y abrí de nuevo mi corazón al amor… al amar.
Gracias por responderme, siempre busco cosas en la red que me lleven a entender mejor a la mujer y me sonprendió ver tu respuesta, de hecho hago un repaso de varias páginas en las que he mirado cosas interesantes, pero éste artículo o no sé como llamarlo no lo logré entender, era como una conversación de una obra de teatro pero me perdí, no supe ni qué, no sé si es algo real o tiene que ver con algo como en tus artículos pasados. La verdad me quedé sorprendido porque tus escritos anteriores se percibían con mucha energía positiva y éste es como agridulce, como con energías positivas y negativas. Bueno no es mi idea criticarte pero me gustó lo anterior y esto no lo entendí.
ResponderEliminarEso si, lo último es una verdad absoluta, no sé que filósofo escribión algo que dice más o menos así, no tengas miedo de amar porque es el fin último por lo que estamos aquí, no cierres tus puertas, déjate amar sin miedos, sin prejuicios, sin mirar atrás, mirando siempre hacia delante.
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