¿Una tacita de té?

Hacía mucho que no madrugaba tanto... y más que no escribía en mi blog. Un par de sueños (de esos que tengo dormida, por la noche, cuando estoy en cama) me mandaron de regreso por acá. Y es que ahora duermo a veces hasta con los ojos abiertos y sueño más despierta que dormida, como ahora... 5 de la mañana, té de manzanilla al lado y el insomnio haciéndome esperar a Raquel, para ver si gusta más teta... ¿Les dije que ya soy mamá? Quizá eso explique mucho de mi desvarío inicial :) Después de tantas historias vividas y, algunas, escritas por aquí, tuve la bendición de encontrarme con alguien que en una primera vuelta le dije que no y, un par de años después, que siempre sí. Fuimos novios un par de meses, nos casamos y hace exactamente 14 meses, Raquel llegó a iluminar mi vida y hacerla intensa de verdad Ahora soy mamá de tiempo completo, esposa cuando la energía me alcanza y empresaria-pastelera-panadera para no volverme loca. La verdad, no sé cómo le hacían las mamás de antes con más de tres hijos...Ya en serio, la maternidad me ha hecho descubrir muchas cosas más de mi vida. La mayoría no las conocía: descubrir mi umbral de dolor (Porque mi parto fue totalmente natural y sin anestecia ni medicamento... ya les contaré después de ello), mis talentos y pasiones escondidas (como por ejemplo, hornear), pero sobre todo, mi capacidad de amar y de poder corregir mucho de mi gran ego... Llevo media taza de te...y el resto de personal en casa (esposo e hija) duermen... así que continuemos poniéndonos al día en lo general. Ah, sí! Ahora estoy en la etapa en la que intento recuperarme, dándome espacio para hacer lo que me gusta; entre ello, escribir. Así que espero poder compartirles ahora, a través de este blog, un poco de lo que me he convertido y soy ahora. Por lo que podrán encontrar desde recetas y tips de pastelería saludable; sugerencias de ingredientes y productos orgánicos que les pueden ayudar mucho en su alimentación y salud; por supuesto, temas de maternidad y crianza, pero sobre todo, una amiga invisible, que ya sin necesidad de quedar bien con nada ni con nadie, se desahoga desde su ronco pecho del alma en momentos como este, en el que muchos duermen. Así celebro mis 14 meses de mamá y los comparto con ustedes. Y como ya me acabé mi te... los dejo, a ver si puedo dormir un poco antes de la siguiente ronda de teta en barra libre para Raquel.