Felicidad responsable

No termino de entender este misterio de la maternidad y, creo que me llevará toda la vida...

Mi hija ha cumplido ya 18 meses y es increíble lo que ha cambiado y crecido, aunque cuando viene a la teta, vuelve a ser mi bebé y, yo, la mamá feliz como cuando recién parí. Sí, aún le doy pecho. Soy de las que cree en los beneficios de la lactancia prolongada y deseo darle, por lo menos, hasta los dos años... también soy fan de la escritora y terapeuta Laura Gutman, del pediatra Carlos González (ambos pro crianza respetuosa) y, por lo mismo, también soy respetuosa de la forma en la que cada mamá decide criar a sus hijos, porque no hay mejor manera que la que le acomode a cada quien.

Por supuesto, también respeto mucho a quienes deciden no tener hijos, pues yo en su momento fui una de ellos y ambas decisiones (tener o no tener) implican conciencia, responsabilidad y hasta cierto miedo. Pero seamos o no padres, somos hijos, hermanos, amigos...humanos y tenemos la responsabilidad de ser mejores y más felices que como llegamos, con los recursos que tengamos.

¿Dije "responsabilidad"? palabra con gran fuerza, cuya presencia considero directamente proporcional a la de la palabra "felicidad". No creo -ahora- en otro tipo de felicidad que no provenga desde un lugar de responsabilidad. ¡Ah, sí! la que viven los niños... pero los niños son niños y nuestra responsabilidad es justamente ayudarlos a vivir ese estado que, desafortunadamente, a veces les robamos por muchos de nuestros complejos, miedos y traumas.

Por eso hoy les quiero compartir un video de Laura Gutman, quien define la "felicidad responsable" como aquella en la que los adultos decidimos organizar nuestra vida con libertad, sin culpar ni exigir a los demás que nos hagan felices. Implica comprender de dónde venimos, tomar decisiones con todo lo que nos ha sucedido en nuestra historia de vida. Una gran pregunta, sí: "¿qué quieres hacer con lo sucedido en tu vida hasta hoy?"

Y aquí imagínenme con música de fondo, ojos cerrados, relajada...recostada en mi sillón favorito, percibiendo el rico aroma a lavanda que despide el difusor... y viendo pasar imágenes de cuadros con preguntas como: ¿Por qué elegimos vivir lo que vivimos? ¿Por qué hemos hecho lo que hemos hecho? ¿Qué tanto hemos cambiado en los últimos años? ¿Recuerdas de dónde vienes?

Cierto, a veces nacemos en un desierto y, ni modo, nos toca regar y trabajar más la tierra para que de flores más bellas que las que vemos en el jardín del vecino...pero cuando las vemos florear, sin titubeos abrazas tu historia, tus errores, tus aciertos y sobre todo a quienes directa o indirectamente te ayudaron.

Así que hoy no les echo más rollo. Tengan o no hijos, ojalá se den tiempo de ver o escuchar este video que para mí fue más efectivo que toda una terapia y me ha ayudado a poner más "abono" a la mejor flor del jardín de mi vida...

Por cierto, gracias por imaginarme como se los pedí... en realidad Raquel duerme y mi casa huele a sardinas, que estuvieron invitadas en el menú de hoy (taquitos de frijoles negros con elote y sardinas en tomate...)

y aquí la liga al video

https://www.youtube.com/watch?v=WG0dO0lxfIY







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