Susurro de amor

Te lo voy a decir quedito ahora que estás aquí, junto a mí… Hay cosas que a veces – y sólo a veces- queremos que alguien sepa. Cosas que sentimos, pensamos, deseamos del hombre que amamos. Depende la ocasión ¿no? Pues bien, ésta es una de ellas.

Y no te diré lo más importante que podría decirte; sólo leerás algunos de esos pensamientos que repentinamente me acechan sin permiso…

…Dicen que una mujer es muy afortunada cuando un hombre la hechiza, cuando con su ausencia y su presencia convierte al mundo en otra cosa.

En estas letras está una parte de ese mundo; estás tú, tu cuerpo besado, lamido, mordido y deseado por mí.

Desde tus ojos que me hacen sentir tan bien cuando me miran, porque son el único espejo que refleja lo mejor que tengo y puedo poseer… son el punto donde hablamos en silencio y nos entendemos a la perfección. Amo tu mirada que me acaricia en cada parpadeo… ¡no los abras ahora! Un segundo en ellos, me embriagan de felicidad.

Y cuando tu nariz besa mi cuerpo, imagino que –al igual que yo lo hago- poco a poco vas guardando ese aroma que, en momentos de ausencia, dejas escapar para sentir mi presencia.

Pero es esa lengua juguetona la que toca el borde de tu oreja, desesperada como soy, recorriéndola rápidamente, rodeándola, de arriba abajo. ¡La atrapaste! No sé cómo ni en qué momento… así, desde esa noche, ella es presa de ti.

…Me encantan los juegos, esos que me provocan sensaciones extrañas, poco comunes, únicas… sí, siento raro que muerdas mis dientes… ese chasquido… pero me haces reír y, cuando sonrío, estás ahí.

¿Sabes? Si de este invento que hicieron los hombres pudiera reinventar algo, sería tu tiempo en dos formas: una, deteniéndolo para estar junto a ti el mayor tiempo posible y otra, acelerándolo cuando no estoy contigo para que así transcurra un poco más de prisa, sólo un poco…para volver a estar junto a ti.

Comentarios

Miembro de

Miembro de

Miembro de

Tienda de productos orgánicos en Facebook

Entradas populares