Rompecabezas de abril



Dicen que los rompecabezas son muy útiles porque, entre otras cosas, ayudan al desarrollo de la memoria; estimulan la coordinación ojo-mano, de manera que esta habilidad tan vital se desarrolla con más fuerza; inician al niño en su capacidad para enfrentar y solucionar problemas; fortalecen el trabajo y la agilidad mental beneficiando, además de la memoria, la imaginación, la creatividad y la inteligencia; permiten concentrarse más fácilmente al realizar una tarea u otro tipo de actividades y, lo mejor, refuerza nociones espaciales, ayudando a quien lo juega a un mayor dominio de su entorno.

Por ello, con la niña que espero llevar siempre en mi alma, estoy formando el rompecabezas más importante que pueda hacer, con piezas que he acumulado a lo largo de los días, de los meses, de los años. El día 13 acumulé 32 piezas más, pero siempre se han ido algunas extras; unas más pequeñas, otras más coloridas, y algunas incluso, con formas algo complicadas que no sé dónde poner.

Las de esa noche tenían olor a tacos al pastor. La imagen la capturé en el lugar que más me gusta, donde sirven una salsa de frijol deliciosa, acompañada de dos de mis mejores amigas: Sandy y Lú (que ya va felizmente junto con Manuel).
El 14 fue otra de colección: Joaquín Sabina, con sus letras, sus historias, su música, su voz inconfundible, su banda y su corista. Una pieza de regalo para mi rompecabezas, con la mejor de las compañías y más de dos horas de sentir, de imaginar, de leer con los oídos… y de soñar que bailaba “Vinagre y rosas”, de querer ser la Magdalena, al menos por una canción.

El 15 de cine. Naturalmente, fui injusta luego de la noche anterior. La película no era buena, pero era la que se acomodaba al horario, era mexicana y además, gratis. Lo mejor vino después, en la cena, con la plática, con la concha de chocolate rellena de natas y un café lechero.

16 y 17 de reencuentro. Es maravilloso tener la posibilidad de sentirte en muchos lugares estando en el mismo; de poseer sentimientos diversos de alegría, emoción, nostalgia y sentirte contento sólo por estar vivo. Sí, odiosamente feliz.

A los demás días le han seguido más piezas. Pero siendo honesta, no todas me han gustado tanto como las anteriores, por eso las voy dejando de lado. Como creo que hay que hacer con lo que no nos gusta de la vida. Pero no me deshago de ellas, porque sé que en algún momento dado la misma vida me irá indicando en dónde van y por qué. Por lo pronto mi rompecabezas de abril ahí va, y va bien.

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