La vida sin cafeína y mi tarta de cacao.

Desde hace un par de años que empecé a estudiar Kabbalah, me di cuenta que el reto más grande que podemos tener es ir en contra de nuestra propia "naturaleza". Nacemos con ciertas características, carácter y personalidad, pero es nuestro trabajo ir del lado opuesto (mejor por voluntad propia que por circunstancias de la vida). Así, ocasionalmente, me gusta darme mi tiempo y hacer la lista de lo que sería conveniente cambiar o sacar de mi vida (siento que han sido tantas cosas y la lista sigue siendo larga). Por fortuna, la edad y el tiempo, me han dado la capacidad de ser más honesta conmigo y reconocer que el "no puedo" es en realidad un "no quiero"... así como tener compasión de mí, para ir de a poco en este gran trabajo de mi vida: ir descubriendo la mejor versión de mí para compartir con el mundo.

Las señales para mí son claras: si algo me incomoda física, emocional o hasta económicamente, es la oportunidad de tomarlo y trabajar. Cada vez digo menos: "es que yo nunca podría dejar esto o lo otro..." porque curiosamente, justo eso, es lo que empieza a joder. Así me pasó con el café y otras cosas que -al menos para mí- no son tan necesarias como nos han hecho creer, por ejemplo:

-El café de cada mañana
-El desodorante-antitranspirante
-Cremas faciales y corporales
-Vitaminas y proteínas procesadas
-Azúcar y harinas refinadas
-Embutidos
-El horno de microondas
-El agua "sin nada"
-Las pastas dentales "blanqueadoras"
-Los cosméticos

Y miren que si de algo conozco y he probado, es de todo esto. Sólo que en este post abordaré "el café de cada mañana". Ese que como zombies nos levantamos a buscar desesperadamente para empezar el día y, pobre de los que se nos atraviesen antes que él. Al menos así viví yo como por 20 años...nunca podía faltar mi café con pan, donde fuera y como fuera. Sólo lo omití -a fuerza- en mis días de gastritis, en el embarazo y en los primeros 6 meses de lactancia.
Después me fui haciendo más "selectiva", ya saben: café orgánico, kosher, 100 por ciento arábica, etc., ya lo tomaba en el orden "adecuado", con algo en el estómago y, la verdad, es que ya no me caía nada mal ni me provocaba gastritis. Era muy feliz con mi café mañanero, hasta que se me fueron cruzando opciones con más beneficios.

Entonces me propuse dejarlo para ver qué tanto me podría sentir mejor, no sin antes conseguirme un buen sustituto: el caferanto (Una bebida hecha a base de amaranto, nueces y especias que, además, por su forma de preparar, me recordaba a mi abuela materna, que todos los días cuando yo era niña, hacía su café "Costeño")


El trato conmigo fue hacerlo sin dramas. Nada de quejarme ni sufrirlo. Así, los primeros días tuve que abrazar mi irritabilidad y dolores de cabeza (que compensaba con un buen pan hecho por mí, claro). Después fue más fácil. Así pasaron 7 días. La verdad sí me sentí mejor. Sobre todo, de haber podido dejar algo que creí que no iba a poder. Luego lo volví a probar, pero por elección y... !sorpresa! no me pude terminar ni media taza. El sabor me supo tan fuerte que tuve que prepararme otra cosa.

No estoy en contra del café. Reconozco que tiene sus beneficios, pero la Calidad del Café es la Clave.

Aquí cinco consejos a recordar (tomados del Dr. Mercola http://espanol.mercola.com/boletin-de-salud/beneficios-del-cafe.aspx)


"1. Elija Orgánico: los granos de café son uno de los cultivos con más pesticidas. Por lo que debe elegir granos que tengan la certificación orgánica. Recuerde, no podrá obtener los beneficios de salud si consume café que está lleno de pesticidas u otras sustancias químicas. Cuando le sea posible, compre café orgánico “shade-grown” para ayudar a prevenir la continua destrucción de bosque tropical y a los pájaros que lo habitan. También hay muchas personas que dicen que este tipo de café tiene mejor sabor.

2. Granos Enteros: usted querrá comprar café hecho con granos enteros que huela y sepa a fresco, no pasado, si su café no tiene el rico aroma y en lugar de eso huele rancio. Muélalo usted mismo para evitar la ranciedad ya que el café pre-molido podría arranciarse para cuando llegue a su hogar.

3. Tómelo Negro: si le interesa obtener los beneficios de salud, tome café negro u oscuro, sin azúcar, crema, ni saborizantes. Añadir azúcar ciertamente arruinará los beneficios de los que hemos hablado y aumentará sus niveles de insulina, lo cual contribuye con la resistencia a la insulina. Asegúrese de que el agua que utiliza en su café sea pura.

4. Filtros para Café: si utiliza filtros para hacer su café, asegúrese que sean filtros no blanqueados. Los filtros blancos brillosos contienen cloro y este puede mezclarse con su café durante el proceso de elaboración. Los filtros blanqueados también contienen productos de desinfección peligrosos, como las dioxinas.

5. Tazas de Café: por favor tenga cuidado con los contenedores que usa para colocar su café. Evite las tazas de plástico ya que contienen BPA que puede mezclarse con su bebida y también evite las tazas de lata de plástico que contienen moléculas de poliestireno. Su mejor opción son las tazas de vidrio y cerámica."



En mi caso, de repente tomo un poco, pero cuido que siga siendo de los mejores. El problema no es el café, sino los químicos y aditivos que a muchos les ponen y, aunado al tipo de agua, lo acidifica y hace lo propio en el organismo. El caso es que ahora yo elijo al café y no él a mí. Este y sentirme mejor, eran mis objetivos con respecto al café.

¿Cuáles son los tuyos?


Y para que acompañen su bebida favorita, les comparto la receta de esta rica tarta vegana de cacao y naranja.


Es una mezcla de recetas de Sarah Wilson y Vanessa Musi. Muy fresca para esta temporada.

Ingredientes Pasta de pay:

½ taza harina avena
½ taza harina almendra/ polvo almendra es igual
½ taza harina amaranto
¼ taza aceite de coco sin fundir
5 gr vainilla
¼ cucharita sal de mar fina o Sal Maldon
¼ taza miel maple pura

Ingredientes relleno:

Una lata de crema de coco (poner una lata de leche de coco natural en el refri y abrirla en la mañana siguiente, sin agitar, tomas solo la parte de crema que se separa del agua)
1 cucharada de cacao en polvo
100 grs chocolate al 85% cacao
1 pizca de sal
la ralladura de una naranja
1/2 cucharadita de vainilla en extracto
Frutos rojos para decorar

Procedimiento pasta pay:
En un tazón mezclar todo a integrar con una espátula de hule.
Formar una pasta y después extenderla sobre una superficie ligeramente enharinada.
Forrar los moldes de pay ligeramente engrasados con pam.
Poner la pasta apretando bien para que no haya burbujas de aire.
hornear la base hasta dorar ligeramente a 160 C.
Dejar enfriar

Procedimiento relleno:
Poner la crema a calentar en una ollita con la ralladura de naraja y vainilla.
Cuando esté caliente, vaciar a un bowl donde esté el cacao, el chocolate y la sal.
Dejar de derretir el chocolate y después mezclar un poco hasta que esté todo incorporado.
Vaciar a la pasta de pay.
Colocar frutos rojos y espolvorear con Sal Maldon.
Refrigerar un par de horas para que tome forma.

Con esta pasta de pay, queda suave y no crujiente, pero de sabor me gustó más que la receta original.
Espero les guste












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