Una mamá colimense, con antojo de tatemado.

"Lo que bien empieza, bien acaba" 

Mamá organizada

Confieso: ser organizada no es lo mío. Pero milagrosamente, entendí que ser mamá y NO ser organizada, es una combinación fatal. El tiempo se nos escurre tan rápido entre las manos que, quizá por eso, aprovechamos los momentos de "descanso" para pensar, agendar, planear, recordar, etc., cosa nada agradable, si les pasa como a mí, antes de dormir y me espanta el sueño.

Por eso, si un día visitan mi casa (que es su casa, también) verán deambular cuadernos, hojas reciclables y plumas por todas partes. Nunca sé cuándo me venga una ocurrencia o idea y más vale tener donde vaciarla, antes de que se acumule en mi cabeza.

Foto: Foreign Rooftops

Así que este año, uno de mis objetivos es ser más organizada. Hasta me tiembla la mano (bueno, los dedos)... pero miren que cuando uno desea algo de verdad, las cosas "llegan" solitas para ayudarnos. Como esta liga que les comparto gustosa para que, si entre sus objetivos o deseos está alguno parecido, lo descarguen (les advierto que hay que suscribirse para descargar el que les guste, pero siempre existe la opción de darse de baja) y les ayude a administrar mejor sus días.

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Yo me quedé con el estilo minimalista...sólo me falta definir el tamaño para imprimirlo a más tardar este fin de semana (ojalá y mi "oficina" me quede como en la foto; es más... mis fotos; sí. Otro objetivo para mejorar este año).

Un paseo por Colima y sus sabores

Volcán de Colima desde "La Terraza de Mary", Colima, México

Como muchos saben, soy de Colima. Y cada que voy a mi tierra, además de ver y estar con mis padres y el resto de mi familia, lo que más deseo es degustar comida típica colimense. Tragar, pues, tejuino, sopitos, pozole seco, sopes gordos, enchiladas dulces, bate, tostadas, tuba, bolillo y, todo eso que no me sabe igual en ningún otro lado.

No. no pude probar de todo. Entre que ya no como carne de puerco y entre que el tiempo no alcanzó, tuve que ser más "selectiva", pero lo que comí, valió harto la pena; sobre todo, porque siempre tuvo como marco, un gran deseo de compartir.

Aquí mi lista:

Caldo de La Terraza de Mary

• Pozole de pollo con maíz criollo: hecho por mi hermana Yésica, con maíz negro orgánico pre-cocido. ¡Delicioso! con su lechuga, chile, rábano, limón y su respectiva cerveza.
• Tuba natural con bolillo, que mi primo Guni me llevó tempranito (como se debe tomar) y disfruté como no lo hacía en años. La tuba es de esos regalos invaluables de la naturaleza.
• Caldo de res del restaurante "La terraza de Mary"... un lugar hermoso, fresco, con vista al majestuoso Volcán. Me encantó su cocina, su sazón, sus porciones y sus precios. 
• Quesadilla de hongos en tortilla de avena, café y pan de "La buena vida", la novedad de este viaje, un lugar agradable, acogedor, donde me encantó saber que cocinan con productos locales, invitada por mi prima Blanca.
• Una deliciosa cena navideña de pollo, crepas y ensalada, en compañía de familia materna.
• Chilaquiles colimotes con bolillo de Los Naranjos Campestre, visita casi obligada para desayunar; al igual que Los Portales del Hotel Ceballos y la Cenaduría "Mercedes", para cenar
• Por supuesto, carne asada en Alcaraces, la casa de mi abuelita y sus inigualables frijoles de la olla que amó mi hija Raquel, compartiendo con parte de mi familia paterna.



Tuba natural con bolillo

• Y no podía faltar una visita a la playa, aunque sea para remojarnos en aguas manzanillenses y comer un rico pescado y cocos

Me faltó ir a Suchitlán, San Antonio, Comala, Nogueras y varias sugerencias que tenía anotadas en mi lista... Si un día tienen ganas de ir a Colima, ya saben más o menos por dónde empezar. 

La receta de la semana

Como en este viaje me quedé con ganas de comer tatemado, típico de Colima y además delicioso, tuve que hacerlo a mi manera. 

Tatemado, viene de la palabrra "tatemar" (del nahua tlatemati) que significa poner sobre el fuego un alimento para soasarlo. Es un platillo que suele servirse en fiestas, bautizos o en bodas (de hecho en mi boda, eso fue lo que dimos). 

Pueden encontrar varias recetas y cada una tiene su toque. Mis tías lo preparan delicioso, pero no sé cómo (les pediré sus recetas, próximamente), y para más rápido, quise probar una del Chef Nico Mejía, ¿por qué esta receta y no otra? Porque aunque él nació en Baja California, creció en Colima; porque tiene su restaurante en Guadalajara cuya especialidad es la cocina colimense y, porque la receta en sí, es de su mamá.

Además, me encantó saber estas cosas de este platillo que no sabía: 

*El vinagre original que lleva es el de la tuba, pero ahora se sustituye con vinagre blanco, porque el otro es difícil de encontrar. 
*En Colima hay un laurel local llamado "laurel Colima", el cual  no se consigue en el resto del país, pero puede sustituirse por laurel común. 
*La carne tiene que marinarse con la mezcla de los chiles toda una noche, para que adquiera mejor sabor.

Y ahora sí, mi versión de la receta, porque con mis políticas personales de cocina, hice la mitad de lo que indicaba, usé lo que había (aunque no cumpliera al pie de la letra con lo que pide la receta, ateniéndome a las consecuencias, pero sin exagerar en el cambio de ingredientes, claro) y dice así:

Tatemado de res

Para 3 porciones

Ingredientes: 

Para el adobo:

1 taza de agua (240 ml) para el remojo de los chiles

2 chiles guajillos sin venas y sin semillas (20-25 gramos aprox)

2 dientes de ajo pequeños y pelados 

2 gramos de pimienta negra entera

la mitad de 1/3 de taza de vinagre blanco 

1 hoja pequeña de laurel

1 pizca de comino

1 clavo de olor

1 cucharada de orégano seco

Sal de grano (de Colima, por supuesto)
Dos o tres trozos de chambarete con hueso
Media taza de caldo res (estos dos últimos son para el día siguiente)
Media taza de agua

Cómo hacer: 

El chiste es el adobo. Y yo lo hice en la nohe. Sólo hay que cocer los chiles guajillos en el agua por 10-15 minutos hasta suavizar, para desvenar y limpiar. El agua usada, la desechamos

Después licuamos los guajillos con el resto de los ingredientes. 

Colamos para que quede una pasta fina y ponemos a marinar la carne toda una noche en el refrigerador. 

Al día siguiente cocinamos a fuego medio la carne -con todo el adobo- en una olla y con la taza de caldo con agua, hasta que la carne se suavice (yo le tuve que agregar un poco más de agua durante la cocción). 

Se sirve con cebolla desflemada en limón, frijoles refritos (yo los hice con elote: sólo desgranar un elote y freir en aceite hasta que se pongan transparentes. Se agregan los frijoles cocidos y se machacan o "machucan"); decoré con un poco de cilantro y acompañé con una copa de vino Petite Sirah 2014. Sin duda, una gran comida, de esas que nutren el alma.

Por supuesto, les dejo la liga de la receta original, para que hagan la que gusten:
Tatemado de cerdo, Animal Gourmet

¡Buen provecho! Saludos y abrazos a toda mi gente bella de Colima.

Nos leemos pronto :)