Un año maestro y el vasilopita
"No deseo un año fácil, tanto, como uno pleno"
Aunque en la escuela nunca fui muy buena con los números, siempre me han gustado. Al igual que las letras, me atrapan cuando comunican y expresan energía. Seguramente por eso soy fan de la numerología y del número 1 en particular. Así que este primer día del año, al despertar y ver la fecha, me encantó darme cuenta que tenemos un año 1.
El 1 es inicio y, según los numerólogos, este 2017 será ideal para iniciar proyectos, usar nuestros talentos y habilidades en beneficio de los demás. El 1 es también génesis, conciencia, ego, origen...es inamovible, porque multiplicado o dividido por sí mismo, sigue siendo el mismo.
Hagamos pues de este año, un año maestro que marque el inicio de una nueva y gran etapa...aunque las decisiones de nuestro gobierno, no ayuden.
La mejor manera de iniciar el año
Hace tiempo que dejé de caer en las trampas de los fines de año. De lo único que no puedo escapar es de la nostalgia, pero sí del consumismo y ritmo estresante que roba energía y orilla a la frustración, al hacernos sentir mal por todo lo que comemos y hacemos cuando, ¡caray! en invierno el cuerpo necesita calor(ías), uno se deprime; es lógico que nos de más hambre y antojo de cosas dulces. Así que deseo de corazón que esos pensamientos de culpa se hayan ido con el año viejo y sus propósitos no sean iniciar la dieta en enero.
Seamos honestos; es algo que difícilmente se cumple... y todavía faltan la rosca y los tamales. Tampoco significa que traguemos como si el mundo se fuera a terminar. Se trata de disfrutar lo que comemos, de convivir, empezando por nuestro cuerpo y aprovechar el fuego digestivo que en esta época se eleva y ayuda, naturalmente, a una mejor digestión. Así que mi sugerencia es, como siempre, más que hacer dieta; un cambio de hábitos. Ir de a poco. Con uno que cumplan, verán grandes resultados, por ejemplo:
Seamos honestos; es algo que difícilmente se cumple... y todavía faltan la rosca y los tamales. Tampoco significa que traguemos como si el mundo se fuera a terminar. Se trata de disfrutar lo que comemos, de convivir, empezando por nuestro cuerpo y aprovechar el fuego digestivo que en esta época se eleva y ayuda, naturalmente, a una mejor digestión. Así que mi sugerencia es, como siempre, más que hacer dieta; un cambio de hábitos. Ir de a poco. Con uno que cumplan, verán grandes resultados, por ejemplo:
El pleito no es con la comida, sino con aquello que nos hace "elegirla". Además, recuerden que cambiar algo, requiere más de valor que de tiempo. Así que a prepararnos para soltar y elegir lo que más convenga.
La receta de la semana
Y hablado de elecciones, les cuento que el fin de año decidí pasarlo en casa, con mi pequeña familia. Elegí un menú sencillo, pero delicioso: Sopa de jitomate rostizado con perlas de tapioca, setas a la vizcaína y de postre, un vasilopita.
Vasilopita es un pastel tradicional de Año Nuevo, en Grecia. Su nombre es una composición de palabras griegas que significan el dulce "pan de Basilio". Es un pastel sencillo, pero exquisito, aromático y delicioso. Se parte justo a las 12, se pide un deseo y el chiste es que, a la hora de hornear, se le añade una moneda. A quien le salga en su porción, será feliz todo el año.
Yo no le puse moneda, ni esperé a las 12; es más, lo único griego que tengo, es el nombre, pero no quise dejar pasar la oportunidad de probarlo y aquí les comparto la receta adaptada.
Vasilopita
Ingredientes:
250 gramos de mantequilla
4 huevos
300 gramos de azúcar (yo le puse 250)
125 ml de jugo de naranja (yo usé la mitad de naranja y mitad de mandarina)
100 gramos de almendras picadas (yo usé avellanas)
1 cucharada de ralladura de naranja (usé de naranja y mandarina)
1 gramo de vainilla
1 cucharadita de canela en polvo
125 ml de leche (yo usé de almendras)
400 gramos de harina (usé 350 gramos de espelta integral)
1 1/2 cucharadita de polvo para hornear (usé sólo una)
Azúcar glass para decorar (usé glass de estevia)
Cómo hacer:
- Batir mantequilla blanda con azúcar hasta acremar.
-Agregar huevos, uno a uno y batir hasta obtener una masa homogénea
-Sin dejar debatir, agregar el jugo de cítricos, la leche, vainilla y ralladura
-Agrega polvos y harina cernidos por partes (es más fácil si alternas con los líquidos)
-Agrega las nueces
-Mezcla hasta incorporar sin sobrebatir
-Hornea en un molde redondo, previamente engrasado, a 175-180 grados, por 40 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.
*Tip: si se empieza a dorar y aún le falta, cúbrelo con papel aluminio
*Se le hace "pancita" pero lo puedes emparejar cortando con un cuchillo de sierra
-Deja enfriar, espolvorea con azúcar glass
Por cierto, los invito a unirse a mi grupo en Facebook: https://www.facebook.com/groups/1733928083597278/?fref=ts donde comparto cosas con más cotidianidad.
Gracias por leerme.
Me gusta!!!
ResponderEliminar