La magia de comer sin engordar y una sopa de jitomate

"La única manera de saber lo que realmente comes, es haciéndolo tú mismo"

Vivir para comer o comer para vivir

Una noche, al poco tiempo de casarme, mi marido me acompañó a una cena en la que alguien que sabe de astrología nos preguntó nuestros signos zodiacales:

-Yo soy Aries y él es Cáncer- respondí.

Obviamente, con semejante combinación, el maestro Moshe sonrió y se dirigió a mi esposo diciéndole: 

-Sólo tenla bien alimentada y no tendrás problemas

Todos nos reímos, porque, en efecto, si algo me pone de malas en esta vida es tener hambre...pero ¿existe alguien que no se ponga así? Aunque he conocido a quien se pone peor después de comer, por lo que se comió... 


"El hambre es canija, pero lo es más quien se la aguanta" reza el dicho popular y, no por nada. Comer es uno de los actos más importantes que necesitamos para vivir, pero a diferencia de los animales, nosotros -los humanitos- también comemos por placer, cosa que no tiene nada de malo, mientras no nos "agarremos de ahí" para encubrir otro tipo de necesidades piscoemocionales que no queremos o sabemos resolver. Sí, segura estoy que a todos nos pasa. 

Por eso hoy quiero hablar (o escribir, pues) de la fórmula que he encontrado para comer sin engordar, claro, desde una perspectiva de mamá y no como solución total, sino como un primer gran paso. El chiste es comer para vivir y no al revés.

Alimentos de calidad, intuición y consciencia. 

Sí. son sólo estos tres elementos... con todo y fantasmas saboteadores que aparezcan para hacerte dudar y creer que también se trata de un asunto de falta tiempo, dinero; de que no hay nada que evite engordar, etc.etc.etc. Sí, todo lo que quieras y tus razones tendrás. Lo que puedo decir es que en mí, en mi familia, sí funciona.

Desde hace tres años -cuando me embaracé- empecé a ponerlo en práctica. Reconozco que mi motor principal es mi hija, pero también tomo en cuenta mis ganas de vivir sana, plena y lo más feliz posible (lo que incluye comer lo que me gusta: postres, pastas, galletas, chocolate). Por eso me he clavado todo este tiempo investigando, experimentando y probando recetas lo más sanas y nutritivas.

Desde entonces ¡vaya que mi vida ha cambiado! Sobre todo en temas de salud. He de confesar que nunca he tenido problemas de sobrepeso, pero mis males se manifestaban de otro modo: toda la década de mis veinte, la viví como esclava de la gastritis, colitis y dependiente de todo tipo de antiácidos. El caso es que para embarazarme, empecé a cuidarme más... ¿cómo? Con alimentos de calidad, intuición y consciencia. 

No. No es fácil. Empezando por conectar con nuestro cuerpo y respetarlo. Algo que sería bueno que nos enseñaran desde niños, pero nunca es tarde. Así que hoy, puede ser un buen día para comenzar. 


Foto: sabelatierra.com
1.- Alimentos de calidad
Y no sólo hablo de los que son para el cuerpo, sino de los que nutren también nuestra alma. Ahí es donde comienza todo, con los pensamientos, las ideas, las preguntas... ¿Qué o quién hace que te de hambre? ¿Qué te gusta o eliges comer? ¿Por qué? ¿Qué rechazas? ¿En qué piensas cuando comes?
Porque es con base en lo que pensamos y/o sentimos que, generalmente, elegimos los que comemos de verdad: dulce, salado, chocolate, picante, carne, frío, caliente y así.

2.- Intuición
Es la capacidad de saber "lo que viene". Del latín intueri "mirar hacia adentro" o "contemplar", Rai Singh, un maestro del Kundalini la define como "ese canal que provee información sin tiempo y sin límites, dentro de todo ese bullicio mental que tenemos". Y yo digo que es esa parte sabia, a la que no podemos engañar. ¿La reconoces? Sí, es esa que viene antes de cualquier juicio o pensamiento. 

Y, ¿te cuento un dato? La mujer es 16 veces más intuitivas que el hombre. Podemos dividir la atención en 6 puntos, eso explica muchas cosas. Pero por eso también nos cuesta más trabajo concentrarnos en una. En fin. Si quieres leer más sobre esto, te dejo el enlace:


3.- Consciencia
Consciencia es presencia, atención, darse cuenta, tomar responsabilidad, dejar de ser víctima o de sentirse culpable. 

¿Por dónde te gustaría empezar? Probablemente al ir trabajando alguna de estas partes, te sea más fácil llevar una alimentación intuitiva, sin dietas restrictivas ni deprimentes. Alimentación intuitiva ¿qué es?

La receta de la semana

Para contribuir con este pequeño ejercicio, les comparto una receta muy sencilla, nutritiva y deliciosa: 
Sopa de jitomate rostizado con perlas de tapioca



Ingredientes: 

1 kilo de jitomate 
1 litro de consomé o agua
1/2 taza de perlas de tapioca (remojada una hora antes)
Aceite de oliva
Vinagre balsámico
Sal y pimienta, al gusto


Cómo hacer: 

-Parte los jitomates en cuartos y colócalos en una charola para hornear
-Rocíalos con abundante aceite de oliva (4 ó 5 cucharadas) y un poco de vinagre balsámico, sal y pimienta
-Hornéalos a 120°C por 35-40 minutos, hasta que se rosticen (no quemados)
-Una vez horneados, colócalos en un procesador o licuadora, junto con el consomé y muele a velocidad alta, hasta obtener una consistencia espesa
-Vierte todo en una cacerola, agrega las perlas de tapioca, sazona con sal y pimienta y deja a fuego bajo hasta hervir y la tapioca se vuelva transparente.
-Sirve caliente con un poco de aceite de oliva. 

Espero les guste tanto como a mí. 
Nos leemos pronto. 

Si desean saber más sobre el tema de la alimentación consciente, te sugiero los siguientes sitios: 
www.anaarizmendi.com
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