Sobreviviendo a las vacaciones con un rico brownie alternativo
¿Cómo van las vacaciones? Nosotros, acá, entre el caos de hermanos, el inevitable desorden y tratando de ganarle la atención a la tele, ahí la llevamos. Los talleres de la biblioteca terminaron, pero seguimos yendo algunas veces a la semana; además, las clases de ballet y fútbol normales, también ayudan a cansarlos un poco, aunque la que cae primero, soy yo.
¡Ah! Pero bien dice el dicho: "si el cansancio me tira; el hambre me levanta" y la cocina es la que tampoco se "raja" y me ayuda a que estas vacaciones sean más llevaderas, cubriendo esos antojos que nunca faltan, porque ¡Ah, qué bárbaros, cuánto comen!
Pero ya saben cómo soy y esta vez, aproveché la receta de un taller que tomé hace poco, sobre densidad nutricional y les preparé algo que les gustó mucho y hoy se los comparto... Porque no nada más se trata de que coman, sino de que al menos tenga un poco de "sustancia", dirían las abuelas.
Se trata de un brownie de camote y cacao, una opción libre de harinas refinadas y azúcares añadidos, pero con textura y sabor que no les pide nada a los tradicionales. Además, lleva un ingrediente secreto (y que nadie adivinará) es… ¡caldo de huesos! 🙌Lo que le aporta un poco de proteína, minerales y un extra de humedad.
La receta
Ingredientes
Para un molde cuadrado que rinde 16 porciones.
-
200 gramos de camote horneado (uno mediano, aprox)
-
4 dátiles sin hueso, (si están muy secos, remojados en agua tibia 10 min)
-
2 cucharadas de cacao puro en polvo
-
1/2 taza de harina de coco
-
1/3 de taza de caldo de huesos frío o a temperatura ambiente
-
1 cucharadita de extracto de vainilla
-
Pizca de sal
1 cucharadita de aceite de oliva (opcional)
También opcional: nueces, chispas de chocolate sin azúcar, o coco rallado
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu visita!