La amante

Dicen que en la vida, todos debemos buscar tener un amante. Pero no de esos que te citan a escondidas y dividen su amor; no de esos que al final, se enredan en su propia red y te llevan entre los pies. Por favor, de esos no. Con ellos sólo pierdes tu tiempo.

Olvidemos ese nombre común de esta palabra y usémosla con respeto y dignidad. Llamemos amante a algo que nos apasiona, que nos hace suspirar cuando menos lo esperamos, que nos hace ver una luz de color diferente a las que vemos todos los días, que hace que disfrutemos sentirnos vivos.

Amante es quien ama, quien se apasiona. Un amante es lo que ocupa nuestros pensamientos antes de quedarnos dormidos y a veces, no nos deja dormir. Lo que nos deja ver que la vida tiene sentido. ¿Por qué no? a veces puede ser tu pareja, a veces no. A veces puede ser lo que más te gusta hacer, lo que más disfrutas.

¿Te sientes triste o deprimido por algo que te sucedió? Busca tu amante. Hazte –como diría Bucay, un psicoterapeuta reconocido- novia de la vida para no vegetar, para no tener miedo a vivir. Para no temer cada arruga que surge en tu rostro, para no preocuparte por lo que digan de ti, para no postergar tus ganas de vivir.

Busca en ti, sólo en ti. En verdad, no pierdas el tiempo siendo la amante de otros. Busca tú los tuyos, los que en verdad te hagan feliz.