Estas mujeres modernas…
Acabo de recibir el mail que mandaste en el que te quejas de tu vida de mujer moderna. ¡No chingues! La verdad, como broma está divertido, porque supongo que viniendo de ti, mujer, lo mandaste como un buen chiste o ¿en serio quieres volver a esos tiempos en que las mujeres no tenían opción más que el hogar y los hijos?
Ya sé que a veces te hartas de tu ritmo de vida, pero no puedes negar que fue tu decisión libre y plena casarte con quien te casaste, tener los hijos que tienes y trabajar donde trabajas. En cambio (por lo que me han contado), en tiempos de nuestras abuelas, se casaban con quienes las obligaban sus padres, o ya en el mejor de los casos, con quienes las podían sacar de su casa y mantenerlas, aún sin estar enamoradas y, ¡a parir!. Claro que debe haber casos en que había amor de por medio, pero creo que eran los menos. El tema es que a muchas, no les quedaba de otra.
Para nadie es nuevo que por años las mujeres han sido vistas únicamente desde una función reproductiva, ¡qué esperanzas del disfrute de su sexualidad! En cambio ahora, al menos ya se habla de una separación de derechos sexuales y reproductivos. ¡Bendito Dios que ya hay voces que hablan sobre la maternidad por elección! Ya empezaba a sentirme una mujer anormal por decidir –hasta ahora- no tener hijos.
Sabes que coincido con la idea de que la maternidad se ha convertido más en una imposición social para las mujeres, y que el instinto maternal no es más que una construcción social y una “obligatoriedad” dadas a partir de “una serie de datos biológicos dados a la mujer”, que nos dicen “necesitamos ser madres para estar completas”. En verdad que respeto y admiro tu decisión de tener hijos, pero tú también considera la otra posibilidad que antes no existía. Es más, te aseguro que hoy en día hay mujeres que se han arrepentido de tener a sus hijos, pero obvio, ni siquiera lo mencionan y se sienten muy culpables de tan sólo pensar eso.
Precisamente el otro día, leí algo relacionado con este tema, para que te des cuenta cómo está la situación de la maternidad en el mundo: En Alemania, un tercio de las mujeres con estudios superiores renuncian a la maternidad y en total, una alemana de cada cinco no tendrá nunca hijos, según el Instituto nacional de estudios demográficos (INED).
En Reino Unido, según un estudio publicado por el periódico The Guardian, sólo el 36% de las mujeres sitúa el hecho de ser madre antes que el trabajo.
En Japón, donde tener hijos cuesta caro, el 56 % de las mujeres de 30 años no tienen hijos con respecto al 24 % en 1985.
En España, actualmente para el conjunto de mujeres entre 15 y 49 años, el número medio de hijos es de 1,07, según los resultados recogidos en la Encuesta por el Instituto Nacional de Estadística.
En México… ¿qué te digo? En el 2006, la edad promedio para casarse en las mujeres fue de 25 años y para divorciarse de 35 años y, a 2007, el promedio de hijas e hijos por mujer fue de 2.1.
Como ves, las mujeres tienen hijos cada vez más tarde… (¡Así que deja de estarme presionando!). Bien dice la psicoanalista Catherine Mathelin, que no querer tener hijos es juzgado como una desviación del comportamiento “natural” de una mujer.
Pero Élisabeth Badinter, una filósofa francesa, ha investigado mucho sobre el lugar de la mujer en la sociedad y en su análisis sobre la falta de deseo de tener hijos asegura: “Es ridículo pensar que una mujer está hecha para ser madre. Existe tal presión para ser madre que hay que ser muy fuerte para decir no. En realidad son más responsables que la mayoría de las mujeres que no se preguntan si realmente quieren tener un hijo o tan sólo estar embarazadas. Que siguen el esquema normal «boda, bebé». Las que renuncian a ello, han hecho el cálculo entre el placer y las dificultades ser madre. Han tenido en cuenta los compromisos, los problemas a los que no se sentían capaces de hacer frente, lo que demuestra una gran responsabilidad y madurez al renunciar a ser madre cuando no se desea serlo. Hay que dejarlas en paz, no juzgarlas”.
Bueno, querida amiga. Seguramente ya te habré enfadado con mis ideas “modernas”
– como tú les llamas -. Espero que tus múltiples ocupaciones te hayan dado tiempo de leerme y también te den oportunidad de vernos pronto para tomar un café y seguir platicando más sobre nuestras vidas tan diferentes, pero al final, elegidas por cada una de nosotras. ¡Qué maravilloso es eso!
Confesión de hoy: “No uses el tiempo o las palabras sin cuidado. Ninguno puede retirarse hacia atrás”.
Fuentes:
Revista electrónica: /www.enfemenino.com/mag/psico/d1814/c47320.html
Cimac noticias: http://www.cimacnoticias.com/site/08050810-La-maternidad-debe.33091.0.html
INEGI.
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